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VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO

El virus del papiloma humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más común en el mundo. Existen más de 100 tipos de VPH, y aunque la mayoría no causa problemas graves, algunos pueden provocar verrugas genitales o aumentar el riesgo de cáncer, como el cáncer de cuello uterino.1

El VPH se transmite  por contacto sexual, principalmente a través del sexo vaginal, anal u oral con una persona infectada. También puede transmitirse mediante el contacto piel con piel en la zona genital, incluso si no hay penetración. Cualquier persona sexualmente activa puede contraer el VPH, incluso si ha tenido relaciones con una sola pareja.1

Algo que es muy importante destacar es que una persona con VPH puede transmitir el virus aunque no tenga síntomas visibles, como verrugas. Además, los síntomas pueden aparecer años después de la infección, lo que dificulta saber cuándo y cómo se contrajo el virus.1

El VPH a menudo no causa síntomas, especialmente en sus formas de bajo riesgo. Sin embargo, cuando los síntomas aparecen, pueden variar dependiendo del tipo de VPH y de la zona afectada.1,2

Los síntomas más comunes son:1,2

  • Verrugas genitales. Son el síntoma más visible del VPH de bajo riesgo. Aparecen como bultos ásperos, similares a una coliflor, en la piel de la zona genital. Pueden causar picazón y ser incómodas, aunque no siempre duelen. Las verrugas pueden aparecer semanas, meses o incluso años después de la infección.
  • VPH de alto riesgo. Este tipo de VPH generalmente no causa síntomas hasta que ha progresado a condiciones más graves, como el cáncer de cuello uterino, anal o de garganta. Por eso es importante realizar revisiones médicas regulares, como el Papanicolaou, para detectar cambios celulares anormales a tiempo.

El VPH es una infección común, pero existen varias medidas efectivas para reducir el riesgo de contraerlo y prevenir los problemas de salud asociados, como las verrugas genitales y el cáncer.1,3

Algunas medidas de prevención son las siguientes:1

  • Relaciones monógamas. Mantener una relación mutuamente monógama con una pareja no infectada reduce el riesgo de exposición al VPH.
  • Evitar el contacto si hay verrugas. Si tú o tu pareja tienen verrugas genitales, es importante evitar el contacto sexual hasta que las verrugas hayan desaparecido.
  • Uso de condones. Usar condones correctamente cada vez que se tienen relaciones sexuales reduce el riesgo de contraer el VPH. Sin embargo, el VPH puede infectar áreas no cubiertas por el condón, por lo que no ofrece protección completa.
  • Realización de pruebas. Las mujeres entre 21 y 65 años deben realizarse pruebas de detección de cáncer de cuello uterino, como el Papanicolaou o la prueba de VPH, según las recomendaciones de su médico. Estas pruebas pueden detectar cambios celulares anormales antes de que se conviertan en cáncer.
  • Vacunación. La vacuna contra el VPH es segura y eficaz. Protege contra los tipos de VPH que causan la mayoría de los cánceres relacionados con este virus y las verrugas genitales. Se recomienda para niños y niñas a partir de los 11-12 años, aunque también puede administrarse a adultos jóvenes que no hayan sido vacunados previamente.

Aunque no existe un tratamiento para eliminar el VPH en sí, sí hay opciones para manejar los problemas de salud que puede causar, como las verrugas genitales y las lesiones precancerosas.1 Las opciones de tratamiento dependen del tipo de lesión que se trate:

  • Verrugas genitales. Las verrugas pueden tratarse con medicamentos recetados o procedimientos médicos, como la crioterapia (congelación), la extirpación quirúrgica o el uso de láser. Si no se tratan, las verrugas pueden desaparecer por sí solas, permanecer igual o aumentar en tamaño y número.1
  • Lesiones precancerosas en el cuello uterino. Las mujeres que se realizan pruebas de Papanicolaou de manera regular pueden detectar cambios celulares anormales antes de que se conviertan en cáncer. El tratamiento de estas lesiones puede incluir procedimientos como la conización (extracción de una porción del cuello uterino) o la ablación (destrucción del tejido anormal).1 También existen tratamientos no invasivos en presentación de gel vaginal que favorecen la eliminación del VPH y de las lesiones iniciales precancerosas del cuello del útero.5
  • Otros cánceres relacionados con el VPH. Los cánceres asociados al VPH, como el de cuello uterino, ano, garganta y pene, son más tratables cuando se detectan y tratan en etapas tempranas. El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia o quimioterapia, dependiendo del tipo y la etapa del cáncer.1

La menopausia tiene un impacto significativo en la salud ósea debido a la disminución de los niveles de estrógeno, lo que puede llevar a:5

  • Pérdida acelerada de masa ósea. Durante la transición menopáusica, las mujeres pueden perder hasta un 10-20% de su densidad mineral ósea en los primeros 5 a 7 años posteriores a la menopausia. Alrededor de 1 de cada 4 mujeres posmenopáusicas experimentan una pérdida ósea rápida, lo que aumenta el riesgo de fracturas.
  • Mayor riesgo de osteoporosis y fracturas. Las fracturas osteoporóticas, especialmente en la cadera, columna vertebral y antebrazos, pueden causar dolor crónico, discapacidad, pérdida de independencia y una disminución significativa de la calidad de vida.

No obstante, existen formas para prevenir la osteoporosis en esta etapa de la vida a través de diferentes acciones:5

  • Nutrición adecuada. Asegurando un consumo suficiente de calcio y vitamina D para mantener la salud ósea.
  • Ejercicio regular. El ejercicio ayuda a fortalecer los huesos y mejorar el equilibrio, reduciendo el riesgo de caídas.
  • Terapia hormonal. En mujeres menores de 60 años, la terapia hormonal puede ser una opción efectiva para prevenir la pérdida ósea.
  • Evaluación médica. Las mujeres con alto riesgo de osteoporosis deben someterse a pruebas de densidad ósea y discutir opciones de tratamiento con su médico.
Referencias
  1. Cruz-Palomares JA, Ruiz-Rodríguez AK, Zacarías-Flores M, Mendoza-Núñez VM, Sánchez-Rodríguez MA. Factores asociados con la edad a la que inicia la menopausia. Un análisis de la ENASEM-2018. Ginecol Obstet Mex 2024;92(7):285-94.
  2. Blümel JE, Lavín P, Vallejo MS, Sarrá S. Menopause or climacteric, just a semantic discussion or has it clinical implications? Climacteric 2014;17(3):235-41.
  3. Santoro N, Roeca C, Peters BA, Neal-Perry G. The menopause transition: signs, symptoms, and management options. J Clin Endocrinol Metab 2021;106(1):1-15.
  4. Davis SR, Baber RJ. Treating menopause - MHT and beyond. Nat Rev Endocrinol 2022;18(8):490-502.
  5. Yong EL, Logan S. Menopausal osteoporosis: screening, prevention and treatment. Singapore Med J 2021;62(4):159-66.